El consumo excesivo de alcohol se asoció con 719 visitas adicionales a urgencias por fibrilación auricular (FA) por 100.000 personas-año (IC del 95%, 189-1249; P = 0,008), mientras que la asociación con FA de nueva aparición mostró un efecto aún más fuerte (1757 visitas adicionales; IC del 95%, 945-2569; P &lt;0,001).Lea el artículo completo a continuación:En la población general, el consumo agudo de alcohol se asocia con un riesgo elevado de episodios de fibrilación auricular (FA), así como FA de nueva aparición, según los resultados de un estudio clínico presentados en las Sesiones Científicas 2021 de la American Heart Association (AHA), celebradas del 13 al 15 de noviembre de 2021.  Los mismos investigadores presentaron otro estudio que demostró que los adultos que consumen metanfetaminas, cocaína, opiáceos o cannabis también pueden tener un mayor riesgo de desarrollar FA. Para el estudio clínico que evaluó la asociación entre el consumo agudo de alcohol y las visitas al servicio de urgencias por FA, los investigadores de la Universidad de California realizaron un análisis de variables instrumentales. Se revisaron las mediciones de concentración de alcohol en sangre obtenidas a través de dispositivos de alcoholemia habilitados por Bluetooth disponibles comercialmente de personas en 50 estados de EE. UU. para identificar las fechas asociadas con un mayor consumo de alcohol entre el 1 de enero de 2014 y el 31 de diciembre de 2016. Luego, los investigadores analizaron datos de la Oficina Estatal de California Planificación y desarrollo de la salud (SHPD) con las visitas a los servicios de urgencias durante esas fechas. Los resultados del estudio clínico incluyeron visitas al servicio de urgencias con FA para el análisis principal o visitas al servicio de urgencias con taquicardia supraventricular (TSV) como control negativo entre el 1 de enero de 2005 y el 30 de diciembre de 2015.  Los investigadores también realizaron un análisis secundario que evaluó las tasas de FA de nueva aparición. Se utilizaron denominadores de población para sexo, edad y raza / etnia en California del censo de EE. UU. Las tasas de FA durante y 6 días después de los eventos instrumentales se compararon con todos los demás días del año utilizando modelos de regresión de Poisson. Se identificaron ocho eventos recurrentes asociados con un mayor consumo de alcohol utilizando 1 269,054 mediciones de concentración de alcohol en sangre con alcoholímetro obtenidas de 36,158 personas. El ajuste multivariable mostró que el consumo excesivo de alcohol se asoció con 719 visitas adicionales por FA por 100.000 personas-año (IC del 95%, 189-1249; P = 0,008), mientras que la asociación con FA de nueva aparición mostró un efecto aún más fuerte (1757 visitas adicionales; IC del 95%, 945-2569; P &lt;0,001). Un análisis de control negativo de las tasas de TSV durante esas mismas fechas no mostró un aumento significativo. Se sabe que el consumo crónico de alcohol puede aumentar el riesgo de presentar fibrilación auricular, estos hallazgos sugieren que el consumo agudo de alcohol aumenta sustancialmente el riesgo de consultar a urgencias por fibrilación auricular en la población general. Este estudio clínico también proporciona la primera evidencia objetiva de que el consumo agudo de alcohol aumenta el riesgo de presentar un primer episodio de fibrilación auricular. Para el estudio clínico sobre la asociación entre un mayor riesgo de FA y consumo de metanfetaminas, opiáceos, cocaína y cannabis, los mismos investigadores analizaron datos de la base de datos de California desde enero de 2005 hasta septiembre de 2015. De 23,5 millones de hospitalizaciones de adultos y visitas a urgencias, se registraron 98,271 casos de consumo de metanfetaminas, 48,700 casos de consumo de cocaína, 10,032 casos de consumo de opiáceos y 132,834 casos de consumo de cannabis. De los usuarios de metanfetamina, el 31% eran mujeres; tenía una edad media de 35 años; 51% eran individuos blancos, 30% eran individuos hispanos; El 6% eran individuos negros; y aproximadamente el 4% eran individuos asiáticos.  De los consumidores de cocaína, el 27% eran mujeres; tenía una edad media de 39 años; 37% eran individuos blancos; El 30% eran personas negras; El 23% eran personas hispanas; y casi el 3% eran personas asiáticas.  De los consumidores de opiáceos, el 41% eran mujeres; tenía una edad media de 39 años; más de dos tercios eran individuos blancos; El 19% eran personas hispanas; El 5% eran individuos negros; y aproximadamente el 3% eran personas asiáticas o de las islas del Pacífico.  De los consumidores de cannabis, el 27% eran mujeres; tenía una edad media de 32 años; El 50% eran individuos blancos; El 24% eran personas hispanas; El 16% eran personas negras; y más del 3% eran personas asiáticas. Entre los individuos incluidos en el estudio clínico, los que consumieron las 4 sustancias y no experimentaron FA eran más jóvenes (edad media de 31 a 39 años), mientras que los que desarrollaron FA eran mayores (edad media de 51 a 61 años).  En comparación con los datos de los participantes de control, que no consumieron ninguna de las 4 sustancias, los usuarios de metanfetamina mostraron un 86% más de riesgo de FA. Los consumidores de cocaína mostraron un aumento del 61% en el riesgo de presentar FA. Los usuarios de opiáceos mostraron un aumento del 74% en el riesgo de presentar FA. Los consumidores de cannabis mostraron un 35% más de riesgo de presentar FA. El riesgo de FA aumentó gradualmente con el tiempo con el uso continuo de cada sustancia. Estos hallazgos indican que todavía hay mucho que comprender sobre la arritmia cardíaca y los riesgos asociados con el consumo de sustancias.  “Dado que las sustancias analizadas en este estudio iban desde estimulantes hasta depresores, fue sorprendente que pudiéramos observar una mayor asociación de fibrilación auricular de nueva aparición con las cuatro sustancias”, afirmaron los investigadores. Investigaciones futuras deben dirigirse a comprender las implicaciones fisiológicas de estos estimulantes y depresores a nivel cardiaco y es un llamado de atención para fortalecer los esfuerzos dentro de los sistemas sanitarios con el fin de reducir el trastorno por abuso de sustancias. También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/noticias/noticia-medica-corticoides-aumentan-riesgo-fibrilacion-auricular" target="_self">¿Aumentan los corticoides el riesgo de fibrilación auricular en pacientes con COVID-19?</a>

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Abuso de sustancias y consumo de alcohol vinculados a FA de novo

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