Un artículo reciente y publicado en The New England Journal of Medicine señala que la monitorización activa, la prostatectomía y la radioterapia muestran tasas similares de supervivencia a largo plazo en hombres con cáncer de próstata localizado. Sin embargo, las terapias radicales (radioterapia y cirugía) mitigan a la mitad la incidencia de metástasis, progresión local y terapia de privación de andrógenos a largo plazo en comparación con la monitorización activa. 

Las enfermedades oncológicas son las principales causas de mortalidad en las Américas. En 2020, causaron 1.4 millones de muertes.1 En Colombia, uno de cada tres hombres tiene <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-el-arrepentimiento-relacionado-con-el-tratamiento-del-cancer-de-prostata" target="_self">cáncer de próstata</a>.2 Un estudio reciente y publicado en The New England Journal of Medicine evaluó la eficacia de los tratamientos convencionales para el cáncer de próstata clínicamente localizado y detectado por prueba de antígeno prostático (PSA).3El ensayo recibe el nombre de Prostate Testing for Cancer and Treatment (ProtecT), fue financiado por el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención del Reino Unido, y patrocinado por la Universidad de Oxford.3 En total, participaron 82 429 hombres entre 50 y 69 años, de estos, 1643 fueron diagnosticados con la neoplasia y se aleatorizaron para recibir vigilancia activa (545 hombres; grupo 1), prostatectomía (553; grupo 2) o radioterapia (545; grupo 3). La mediana de edad fue de 62 años y la mediana del nivel de PSA fue de 4.6 ng/mL. En general, no se evidenciaron diferencias clínico-patológicas entre los individuos.3 Después de una mediana de seguimiento de 15 años (1999 a 2009), los investigadores evaluaron la efectividad relativa de las tres terapias (monitorización activa, prostatectomía y radioterapia) sobre la mortalidad específica y por todas las causas del cáncer de próstata, metástasis, progresión de enfermedad e inicio de terapia de privación de andrógenos a largo plazo.3 <h3>¿Qué encontraron los investigadores?3</h3><ul><li>Al inicio del ensayo, el 77.2% de los hombres se clasificaron como grupo de grado 1 de Gleason. El 76% presentó cáncer en estadio T1c.</li><li>Casi el 3% (45) de los pacientes falleció por la enfermedad oncológica (17, grupo 1; 12, grupo 2; 16, grupo 3).</li><li>No se evidenciaron diferencias importantes en la mortalidad por cáncer de próstata entre todos los grupos.</li><li>La supervivencia específica de la enfermedad fue cercana al 97%, sin importar la asignación del grupo de ensayo.</li></ul><h4>Muerte por cualquier causa</h4><ul><li>Ocurrió en el 21.7% (356 pacientes) con distribución similar entre los tres grupos. En general, las causas incluyeron enfermedades cardiovasculares o respiratorias y otros tipos de cáncer.</li></ul><h4>Metástasis, terapia de privación de andrógenos y progresión de la enfermedad</h4><ul><li>La metástasis se evidenció en 104 pacientes (51, grupo 1; 26, grupo 2; 27, grupo 3). La afectación de los ganglios regionales se informó en 14 hombres del grupo 1 y 4 de los grupos 2 y 3.</li><li>La terapia de privación de andrógenos se reportó en el 12.7%, 7.2% y 7.7% de los grupos 1, 2 y 3, respectivamente.</li><li>El 25.9% de los adultos del grupo 1 mostró progresión local de la enfermedad, mientras que en los grupos 2 y 3 se evidenció en un 11%.</li></ul><h3>¿Cómo se interpretan estos resultados?3</h3>La supervivencia a largo plazo en la población del estudio fue elevada (97% de mortalidad específica por cáncer de próstata y 78% de muerte por cualquier causa), sin importar el tratamiento. Aunque las terapias radicales (radioterapia y cirugía) mitigaron a la mitad la incidencia de metástasis, progresión local y terapia de privación de andrógenos a largo plazo en comparación con la monitorización activa; estas reducciones no fueron significativas en la mortalidad a largo plazo (15 años). Esto destaca la larga historia natural de la enfermedad. Lo anterior quiere decir que, de acuerdo con la gravedad de los eventos secundarios relacionados con terapias radicales tempranas, un tratamiento más agresivo podría resultar más dañino que beneficioso. Una forma de evitar el sobretratamiento es explicar al paciente recién diagnosticado, los diferentes efectos a corto y largo plazo de las múltiples terapias en términos de función urinaria, intestinal y sexual, así como el riesgo de progresión. <h3>Conclusión3</h3>La mortalidad por cáncer de próstata es baja sin importar el tipo de terapia. La toma de decisiones sobre cuál tratamiento emplear depende de la relación riesgo-beneficio relacionada con los tratamientos. <h4>Comentario editorial</h4>Parece que todas las alternativas de tratamientos para este tipo de cáncer reducen por igual el riesgo de mortalidad. Es importante proporcionar diferentes opciones al paciente para que la elección se haga con base en preferencias, eventos adversos y mejores resultados de salud.<figure class="poll" data-id="544">{ Poll ID: 544}</figure>

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Cirugía vs radiación para el cáncer de próstata

La radioterapia y la cirugía ofrecen las mismas tasas de supervivencia en el cáncer de próstata? Descúbralo acá. 