La diabetes mellitus ha sido priorizada por la Organización Mundial de la Salud en su Plan de Acción Global 2013 a 2020. Sin embargo, muchos sistemas de salud carecen de los recursos adecuados para un manejo óptimo de la enfermedad. Los estudios han demostrado que el control de la glucemia puede tener un efecto positivo prolongado, reduciendo el riesgo de complicaciones micro y macrovasculares graves. Para este fin, distintos autores recomiendan ofrecer a los pacientes el automonitoreo de glucosa en sangre.

La diabetes mellitus (DM) ha permanecido como una de las enfermedades crónicas más importantes, considerando las complicaciones agudas y crónicas <a href="https://www.docred.com/videos/vi-actualizacion-guia-ada-2023" target="_self">asociadas a un control glucémico deficiente</a>.1-3 En 2019, se estimó que alrededor de 463 millones de personas en el mundo padecían la enfermedad y se espera que esta cifra aumente a 700 millones para 2045.2 Además, hacia 2015 representó 1.6 millones de muertes.2Por estas razones, la DM ha sido priorizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Plan de Acción Global 2013 a 2020, junto con otras enfermedades como las cardiovasculares y el cáncer.2 No obstante, muchos sistemas de salud en el mundo están mal equipados y carecen de recursos adecuados, capacidad de diagnóstico y seguimiento, medicamentos esenciales y otras estrategias reconocidas como eficaces para controlar la enfermedad.1Esta atención limitada puede estar asociada con una morbimortalidad significativa,1 generando desafíos <a href="https://www.docred.com/infografia/in-recomendaciones-ada-diabetes-adulto-mayor" target="_self">especialmente para los pacientes dependientes de insulina</a>, que requieren ajustes en las dosis y se enfrentan a complicaciones potencialmente letales.1 Los estudios han demostrado que el control temprano de la glucemia puede tener un efecto positivo prolongado (al menos 10 años), reduciendo así el riesgo de complicaciones micro y macrovasculares graves, a través de la llamada memoria metabólica.3<h3>Control glucémico</h3>Muchos médicos tratantes se basan principalmente en mediciones aleatorias de glucosa en sangre en un momento dado, tomadas durante las visitas clínicas de control, para soportar los ajustes de la dosis de insulina.1 Aunque estas mediciones únicas pueden proporcionar el nivel de glucosa de un paciente en ese instante de tiempo, se considera una medida deficiente para comprender el control promedio de glucosa en sangre.1El paquete de intervenciones esenciales de la OMS para enfermedades no transmisibles para la atención primaria en entornos de bajos recursos identifica las estrategias que deberían implementarse con respecto al control de la DM, e incluye la detección temprana y el control de la glucemia, destacando la importancia de implementar tecnologías para medir la glucemia en las instituciones de atención primaria.2<h3>Automonitoreo de la glucosa en sangre (AMGS)</h3>Con datos glucémicos tan limitados, los médicos corren el riesgo de <a href="https://www.docred.com/guias/guia-medica-insulinoterapia" target="_self">prescribir dosis de insulina insuficientes o excesivas</a>, lo que aumenta el riesgo de episodios de hipoglucemia o hiperglucemia entre los pacientes.1 Incluso con los ajustes apropiados, la inseguridad alimentaria en algunas regiones del mundo puede favorecer la hipoglucemia, lo que debe detectarse lo antes posible mediante el reconocimiento de síntomas y las mediciones repetidas de glucosa en sangre.1Una atención de calidad de la DM en regiones de bajos recursos exige estrategias efectivas para monitorear y mejorar el control glucémico.1 Las distintas recomendaciones de la OMS también establecen que a los pacientes con DM se les debe ofrecer el AMGS en función de sus necesidades individuales.2 Esta estrategia costo-efectiva, que mejora los resultados en salud y la calidad de vida de los pacientes con DM, representa un componente clave para lograr un control adecuado.1-3Si bien la mayoría de literatura se enfoca en demostrar los beneficios del AMGS en el control glucémico de pacientes con DM dependientes de insulina,3 algunos estudios observacionales también respaldan la recomendación de esta estrategia para el seguimiento de pacientes con DM tipo 2 de reciente diagnóstico, incluso desde el inicio de la enfermedad, sin importar el uso de secretagogos de insulina o de la insulina misma.3<h3>¿Qué dice la evidencia?</h3>Pese a las recomendaciones de la OMS, la abrumadora evidencia sobre el cuidado de la DM proviene de países de altos ingresos.1, 2 Los estudios limitados realizados en regiones de menores ingresos sobre la implementación del AMGS coinciden en mencionar varios desafíos que incluyen, entre otros:<ul><li>Conocimiento deficiente del AMGS</li><li>Altos costos de las tiras reactivas y glucómetros</li><li>Adherencia subóptima entre los pacientes que reciben educación sobre la estrategia.1</li></ul>En un estudio clínico aleatorizado, científicos ruandeses demostraron que, tras seis meses de implementación de la estrategia de AMGS, los participantes presentaron una mejora significativa en sus niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1C) en comparación con aquellos en quienes no se implementó la estrategia.1 También entre los individuos del grupo de intervención, aproximadamente dos terceras partes mostraron una buena adherencia al AMGS según los datos del glucómetro.1Por otro lado, menos de un tercio de los participantes demostró buena adherencia según los datos del libro de registro,1 y poco más de la mitad de los datos consiganos coincidía con los registros de los glucómetros.1<h3>¿Cómo mejorar la adherencia a estas estrategias?</h3>A pesar de la adherencia relativamente alta en la población de estudio, menos de un tercio de los pacientes registraron al menos el 80% de los resultados del AMGS esperados, en los libros de registro.1 Además, un poco más de la mitad de los registros coincidieron con los del glucómetro.1 Los registros no coincidentes se caracterizaron por fechas, hora del día o valores de glucosa en sangres diferentes.1Dadas las bajas tasas de registro y la precisión subóptima de los libros, los autores consideran que confiar solo en estos registros puede no ser suficiente y conducir a decisiones clínicas inexactas en el tratamiento.1 Aunque los médicos tratantes pueden optar por revisar las lecturas directamente del glucómetro, la herramienta del libro de registros permite identificar más fácilmente patrones y tendencias para ajustar las dosis de medicamentos y educar mejor al paciente.1Si esta educación, en particular sobre el uso del libro de registros, no mejora la adherencia, se deben explorar estrategias alternativas, como la descarga directa de las lecturas de los glucómetros a una plataforma digitalizada.1 Los próximos estudios ayudarán a comprender si los médicos ajustan las dosis de medicamentos de forma más o menos agresiva al contar con datos de glucemia adicionales.1 Un estudio longitudinal permitirá entender la sostenibilidad a largo plazo de los cambios en la HbA1C.1<figure class="poll" data-id="586">{ Poll ID: 586}</figure>Comentario editorialLos hallazgos de este estudio pueden deberse, en parte, a la retroalimentación instantánea que les recuerda a los pacientes sus niveles de glucosa en diferentes momentos del día, lo que probablemente los motive a comer mejor, cumplir con los medicamentos o modificar otros elementos del estilo de vida. Es probable que los próximos estudios al respecto ayuden a aclarar estos interrogantes. Cuéntenos ¿ha implementado el automonitoreo de glucosa en sangre con sus pacientes?

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Rol del automonitoreo de glucosa en el control de la diabetes mellitus

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