Un accidente cerebrovascular puede cambiar la vida la vida de un paciente previamente independiente, convirtiéndolo en una persona con secuelas y limitaciones. Esta es la historia de muchos de nuestros pacientes que terminan solos y confinados en sus domicilios. La sensación de aislamiento y soledad puede llegar a ser debilitante para una persona activa e independiente. El único contacto con el mundo exterior son líneas de ayuda disponibles en algunas regiones del mundo, que conectan a las personas mayores confinadas en sus hogares por teléfono con voluntarios de organizaciones no gubernamentales.  Esta situación es indicativa de lo que se ha convertido en una crisis sanitaria mundial, el aislamiento social y la soledad. La Organización Mundial de la Salud informó en 2021 que un tercio de los adultos mayores a nivel global se sienten solos. Una cuarta parte de los estadounidenses mayores de 65 años se consideran socialmente aislados y más del 40 % informaron sentirse solos, según un informe de 2020 de la Academia Nacional de Ciencias de este país. <h3>Aislamiento social versus soledad</h3>Es importante tener en cuenta que el aislamiento social y la soledad son dos condiciones distintas. Las personas socialmente aisladas tienen pocas relaciones sociales y un contacto poco frecuente con los demás. La soledad es el sentimiento subjetivo de estar aislado. Ambos pueden ser letales para los adultos mayores.  Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el aislamiento social puede aumentar el riesgo de muerte prematura de una persona por todas las causas y aumenta el riesgo de demencia en un 50 %. La soledad se asocia con mayores riesgos de depresión, ansiedad y suicidio. La soledad puede desencadenar inflamación crónica generalizada que puede llegar a ser un factor de riesgo adicional para presentar enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Existe una estadística resumida de que la soledad crónica, no solo sentirse solo un día o en una semana, sino la soledad que persiste durante un largo período de tiempo tiene consecuencias para la salud similares a las de fumar medio paquete de cigarrillos al día durante 10 años. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado el problema, pero también ha arrojado una luz muy necesaria sobre las consecuencias para la salud y los costos económicos del aislamiento social y la soledad. Los proveedores de atención médica, en particular, ahora están desarrollando formas de mitigar ambos en un momento en que la población mundial envejece cada vez más. <h3>¿Solución a la vista?</h3>Es necesario aumentar la cantidad de determinantes sociales de las evaluaciones de salud para identificar mejor a los beneficiarios en riesgo. En el contexto actual, las personas están más dispuestas y más abiertas a hablar de la soledad, cuando en el pasado era vergonzoso hablar de estos temas. Algunos gobiernos también están reconociendo el problema. Por ejemplo, la iniciativa Build Back Better presentada ante el congreso de los EE.UU. canalizaría $250 millones en subvenciones para ayudar a las organizaciones comunitarias a desarrollar estrategias para abordar el aislamiento social y la soledad. Además, la Coalición para Terminar con el Aislamiento Social y la Soledad destinaría $150 millones para capacitar y apoyar a los cuidadores sobre el tema. <figure class="poll" data-id="219">{ Poll ID: 219}</figure> También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-derechos-humanos-personas-mayores" target="_self">Derechos humanos de las personas mayores</a>

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Aislamiento Social: Crisis Global

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