El insomnio que se presenta temprano en la infancia puede ser un trastorno del sueño persistente en la adolescencia y la adultez temprana. Investigadores realizaron un estudio para evaluar la prevalencia y la trayectoria del insomnio en una muestra de niños en edad escolar. Se encontró que en una alta proporción (43.3%) persisten con insomnio a edades tardías.

Los problemas para conciliar y mantener el sueño son la principal queja que expresan los padres sobre los síntomas de insomnio en sus hijos, con una prevalencia del 20% al 25% en la niñez y del 25% al 35% en la adolescencia. Estas cifras aumentan en la edad adulta, con reportes que indican su presencia en 30% al 45% de los casos.1Algunas investigaciones vinculan factores propios de la infancia con la presencia de insomnio, como el horario escolar, el tiempo de exposición a pantallas y la influencia de malos hábitos de sueño de los padres. No obstante, permanece el interrogante de si estos problemas de sueño que presentan los niños y adolescentes trascienden y se cronifican cuando se llega a la edad adulta.2Fernández et al. realizaron un estudio prospectivo sobre la prevalencia de los síntomas de insomnio en una muestra de niños y adolescentes en Pensilvania, Estados Unidos, para establecer si estos persistían o remitían una vez los participantes alcanzaban la adultez temprana. Adicionalmente, quisieron establecer si la presencia de insomnio en edades tempranas se asociaba a peores síntomas de forma tardía3.<h3>¿Qué estudiaron?</h3>Los investigadores seleccionaron una muestra aleatoria de niños entre 5 y 12 años y realizaron mediciones en 3 intervalos de tiempo3:<ul><li>Intervalo 1: se midieron las características basales, la Escala de Comportamiento Pediátrico (ECP), el Cuestionario Pediátrico del Sueño (CPS) y un examen de Polisomnografía (PSG).</li><li>Intervalo 2: cuando los participantes tuvieron entre 12 y 23 años, se realizó la segunda valoración con los instrumentos de medición y la PSG.</li><li>Intervalo 3: cuando los participantes tuvieron entre 18 y 31 años, se realizó la última valoración y solo se utilizaron los instrumentos de medición, sin PSG.</li></ul><h3>¿Cuáles fueron los resultados?</h3>El promedio de edad de los participantes en los intervalos 1, 2 y 3 era comparable con las edades de las etapas escolar, adolescencia y adultez temprana, respectivamente. Luego, en la etapa escolar se encontró prevalencia de insomnio del 23.5%, en la adolescencia de 36% y en la adultez temprana del 42.6%.3En el análisis multivariado, se encontró que existe 2.6 veces mayor frecuencia de insomnio en la etapa adulta si se tuvo insomnio en la etapa escolar acompañado de una duración del tiempo de sueño menor a 6 horas (OR 2.63, IC 1.03 a 6.61, p &lt; 0.05). Esta cifra se incrementaba a 5.5 veces si los mismos síntomas se presentaban desde la adolescencia (OR 5.54 IC 95%: 2.01 a 17, p &lt;0.01)3.<h3>¿Cuál fue la trayectoria del insomnio? </h3>En esta gráfica, se representan los 8 recorridos del insomnio en las etapas del desarrollo:<figure class="image image_resized" style="width:402px"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1654545571/Grafica_articulo_Insomnio_infantil_20e0db0c30.webp" /></figure> En la imagen A, se representan a las personas que presentaron insomnio desde la infancia y su trayectoria hacia la adultez. El 43.3% permanecieron con problemas de sueño en la adolescencia y en la adultez temprana (IQR, 42.4% a 44.9%). En cambio, solo el 26.9% lograban remisión de todos los síntomas a partir de la adolescencia.3En la gráfica B, se representan las personas que al inicio del estudio tuvieron patrones de sueño normales. El 48.1% continuaron asintomáticos durante todo el seguimiento (IQR 47.7% a 48.7%) y solo el 15.2% (IQR 14.6% a 15.6%) desarrollaron insomnio desde la adolescencia.3<h3>Conclusión</h3>El estudio revela que el insomnio en la infancia y adolescencia es muy prevalente y es un factor pronóstico de la persistencia de problemas de sueño en la adultez temprana, especialmente cuando se acompaña de tiempos de sueño menores a 6 horas.Comentario editorialEs común relacionar el insomnio a los adultos en su etapa más productiva o en edades mayores. En cambio, este trabajo indica que, en una proporción no despreciable, el insomnio es el resultado de problemas del sueño no atendidos desde la infancia y adolescencia. Tambien puede interesarle: <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-sueno-obesidad-infantil-adolescente" target="_self">Sueño y Obesidad en Niños y Adolescentes</a><figure class="poll" data-id="294">{ Poll ID: 294}</figure>

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¿Insomnio en la Infancia Persiste en la Adolescencia y la Adultez?

El insomnio y la duración del sueño en la infancia tienen un impacto negativo en el patrón del sueño de la adolescencia y adultez temprana. 