<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1598891438/Imagen_2_96527aa74e.webp" /><figcaption>Figura 1. Defectos en la invasión placentaria en preeclampsia. Tomado de: Pennington, K.A., Schlitt, J.M., Jackson, D.L., Schulz, L.C., Schust, D.J. (2012) Preeclampsia: multiple approaches for a multifactorial disease. Disease Models &amp; Mechanisms, 5, 9-18. DOI: 10.1242/dmm.008516</figcaption></figure> <h4>Introducción</h4>La preeclampsia es una condición que afecta cerca del 5% de los embarazos en el mundo y es la principal causa de morbilidad y mortalidad perinatal. Esta condición multisistémica se caracteriza por hipertensión materna de aparición de novo y proteinuria, pero es reconocida en ausencia de proteinuria si se producen signos y síntomas sistémicos como insuficiencia renal, edema pulmonar o alteraciones cerebrales o visuales. Si bien la fisiopatología de esta enfermedad no ha sido exactamente definida, la evidencia sugiere que la invasión trofoblástica incompleta (figura 1) lleva a una reducción en la perfusión placentaria con isquemia como evento inicial en el embarazo, que resulta en las manifestaciones clínicas de la enfermedad en la segunda mitad de la gestación.Recientemente, se ha documentado por medio de una investigación médica, que en ratones Rag2-/- que carecen de linfocitos T y B, se han encontrado los mismos cambios en la presión arterial en la gestación con relación a ratones con linfocitos T y B, lo cual sugiere que la inmunidad adaptativa no influye en la regulación de la presión arterial en gestaciones normales. Sin embargo, en modelos de hipertensión inducida por el embarazo con reducción de la perfusión placentaria (RUPP) por obstrucción mecánica del flujo sanguíneo en el comienzo del primer trimestre, se ha encontrado restricción del crecimiento intrauterino e hipertensión, con aumento de los linfocitos T CD4+ (LTCD4+) circulantes y disminución de los linfocitos T reguladores, lo cual sugiere un rol de los LTCD4+ en el desarrollo de los desórdenes hipertensivos del embarazo.<h4>Métodos y resultados</h4>En modelos RUPP, se han encontrado incrementos de IgM y acumulación del complemento en la placenta con disminución en la expresión de los reguladores del complemento, en mujeres preeclámpticas, se han visto títulos elevados de IgG e IgM y acumulación de IgM en la placenta, lo cual también sugiere un rol de los anticuerpos naturales en la isquemia placentaria. Se desarrolló un modelo RUPP en ratas para inducir isquemia placentaria y producir las características de la preeclampsia como hipertensión, a las cuales se inyectó un anticuerpo monoclonal anti CD20 murino a 5 mg/kg, dosis conocida para generar depleción de las células B esplénicas en ratas; se midieron las poblaciones linfocitarias a través de la citometría de flujo. Igualmente, se realizaron mediciones de la expresión de mRNA de preproendotelina placentaria y de IgM sérica.Se encontró que los anti-CD20 no inhiben la hipertensión inducida por la isquemia placentaria ni la restricción del crecimiento intrauterino, debido a que no disminuyeron el incremento de la presión arterial media, ni la frecuencia cardíaca ni alteraron el peso fetal o placentario, a pesar de que se documentara significativamente la depleción de células B2 en bazo y placenta y de células B1 y B2 sistémicamente y en peritoneo con este tratamiento, sin embargo, el aumento de la dosis no resultó en mayor depleción de células B ni generó disminuciones de los niveles de IgM circulante ni peritoneal. Adicionalmente, hubo un aumento de la preproendotelina con el tratamiento anti-CD20.<h4>Discusión</h4>El objetivo de esta investigación era dilucidar el rol de las células B1 en la hipertensión inducida por la isquemia placentaria, considerando que, con anterioridad, el rituximab había sido usado para generar una depleción de células B con inhibición efectiva de hipertensión. Los resultados de esta investigación médica sugieren que los linfocitos B presentes al momento de la isquemia placentaria no son críticos para el desarrollo de hipertensión arterial en modelos RUPP murinos, particularmente porque a pesar de que se lograra una depleción de linfocitos B2 ni de los linfocitos B1 peritoneales o circulantes, no se inhibió este desenlace. El rol de la endotelina en la hipertensión inducida por la isquemia placentaria se ha reportado anteriormente basado en la efectividad del atrasentán, un antagonista del receptor de endotelina A, para inhibir marcadamente su desarrollo con incrementos en la preproendotelina, el precursor de la proteína vasoactiva, endotelina-1, sin embargo, la relación entre esta proteína y las células B no es clara, aunque en esta investigación médica hubo un incremento de su precursor cuando los niveles de las células B2 disminuyeron.<h4>Conclusión</h4>Esta investigación médica provee evidencia de que las células B2 y B1 circulantes y peritoneales no son críticas para desarrollar hipertensión en la isquemia placentaria en el tercer trimestre del embarazo y que los anticuerpos anti-CD20 no parecen ser un tratamiento efectivo para la preeclampsia.Le podría interesar este artículo:<a href="https://www.docred.com/noticias/ne-guia-global-manejo-hta-2020-sociedad-internacional-hipertension-aval-aha-1" target="_self"> Guía de HTA 2020: Sociedad Internacional de Hipertensión</a>

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Rol de los linfocitos B1 y B2 en la hipertensión inducida por la isquemia placentaria

La preeclampsia afecta cerca del 5% de los embarazos en el mundo y es la principal causa de morbilidad y mortalidad perinatal. Descubra más. 