Si bien la rinoplastia sigue siendo el estándar de oro para la mejora estética de la nariz, tanto los pacientes como los médicos buscan constantemente alternativas de naturaleza no quirúrgica. Con respecto a los rellenos inyectables para mejorar el perfil nasal, se deben realizar más estudios para determinar su seguridad y eficacia.

Quizás ninguna otra característica afecta la estética facial tan significativamente como el perfil nasal: la ubicación central de la nariz a menudo sirve como eje visual, y los estándares de belleza a menudo se basan en cómo la nariz sirve para equilibrar el resto de las estructuras faciales.Para lograr este equilibrio percibido, los cirujanos ofrecen procedimientos de rinoplastia, ya sea para reducir o aumentar el volumen nasal. Aunque la cirugía sigue siendo el estándar de oro, tanto pacientes como médicos han explorado constantemente métodos no quirúrgicos o mínimamente invasivos para mejorar el perfil nasal.Por ejemplo, aumentar el dorso o el puente de la nariz tradicionalmente implicaba implantes; si el material era natural (hueso o cartílago del paciente) o sintético (silicona, poliuretano), la cirugía era un paso necesario para la implantación. Los rellenos inyectables, que ya se usan en el aumento facial, se están volviendo bastante populares como una alternativa a la cirugía.Aunque se han establecido rellenos para corregir surcos y líneas de expresión, su uso en el aumento nasal sigue siendo limitado. Esto se puede atribuir a numerosos factores relacionados con las diferencias en la anatomía nasal: la envoltura de la piel alrededor del esqueleto nasal es más tensa y menos tolerante a las fuerzas expansivas generadas por la inyección de sustancias; inyectar muy poco puede resultar en una mejora mínima, demasiado y la piel puede romperse. De manera similar, la introducción de una sustancia viscosa hace que su distribución sea menos predecible; puede haber problemas para controlar la forma final del material inyectado, lo que puede ser estéticamente indeseable.<h3>Historia de esta práctica</h3>La búsqueda de un material inyectable ideal para el aumento nasal se ha realizado durante décadas, un artículo publicado en 2017 en Current Opinions on Otorhinolaryngologic Head and Neck Surgery, hizo una investigación médica y revisión de la literatura sobre las sustancias utilizadas para este procedimiento. Los autores cotejaron citas y artículos de revistas relacionadas con inyectables en el aumento nasal desde 1980 hasta 2017, con énfasis en la elección del material y el éxito (o fracaso) informado en su uso.La literatura indica que el ácido hialurónico y la hidroxiapatita de calcio son los inyectables más utilizados para el aumento nasal. Esta popularidad se atribuye a perfiles de seguridad favorables que conducen a menos complicaciones. Otras sustancias como la silicona ahora han caído en desuso debido a una mayor incidencia reportada de infección y reacciones a cuerpos extraños.Similar al uso de relleno inyectable en otras áreas faciales, la mayoría de los eventos adversos informados están relacionados con el volumen y la técnica de la inyección, independientemente de la elección del material. Los autores de esta investigación médica señalan la importancia de un conocimiento profundo de la anatomía nasal, así como la técnica de inyección adecuada como las mejores formas de prevenir complicaciones.La competencia del médico en este tipo de procedimientos es imprescindible.

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Investigación médica: inyectables nasales vs rinoplastia

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