Existen varias patologías que provocan una disminución de la densidad mineral ósea (DMO), siendo las más prevalentes la pérdida posmenopáusica de estrógenos y la osteoporosis (1).La <a href="https://www.who.int/es" target="_blank">OMS</a> ha definido la osteoporosis como un valor de DMO mayor de 2,5 desviaciones estándar por debajo de la media para mujeres caucásicas jóvenes o la presencia de una fractura por fragilidad con un valor "T" de DMO que se encuentre entre 1,0 y 2,5 desviaciones estándar por debajo de la media.Las mujeres caucásicas y asiáticas tienen el mayor riesgo de osteoporosis, Hasta el 20% de la pérdida de densidad ósea en este grupo  puede ocurrir dentro de los primeros años después de la menopausia (1).Se estima que aproximadamente el 50% de las mujeres caucásicas experimentará una fractura por fragilidad a lo largo de su vida. Las fracturas por fragilidad se definen típicamente como las resultantes de una caída desde su propia altura o un traumatismo menor.Existen estudios clínicos que han demostrado una disminución de la incidencia de fracturas por fragilidad y específicamente fracturas vertebrales en adultos mayores que hacen ejercicio regularmente. Sin embargo, existen pocos estudios clínicos que unifican los efectos de ejercicios específicos sobre la DMO y la subsecuente incidencia de fracturas de columna en mujeres posmenopáusicas.<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1618430765/DOCRED_Plataforma_Tablas03_01_3b36549227.webp" /><figcaption>Tabla 1: Resumen de las amplias categorías de ejercicio y/o actividad que han sido descritos y recomendados en el contexto de osteoporosis</figcaption></figure>Cada categoría de ejercicio puede ofrecer importantes ventajas para pacientes osteoporóticos. Disciplinas como el  Yoga, Tai Chi y Pilates tienen la ventaja de cubrir una gama de diferentes mecanismos de actividad física.Actualmente se recomiendan  las actividades de resistencia con el fin de  impactar positivamente la DMO. <a href="https://www.nof.org/" target="_blank">La Fundación Nacional de Osteoporosis</a>  ha definido como estrategias para la prevención de la osteoporosis la ingesta de suplementos de calcio y vitamina D, así como pautas de actividad física, recomendando una combinación de actividades de resistencia y levantamiento de peso para lograr una óptima salud ósea.La mala postura y la debilidad muscular son factores de riesgo para la pérdida de equilibrio y aumentan el riesgo de caídas, especialmente en los adultos mayores. Ejercicios de fortalecimiento y entrenamiento de resistencia de los músculos extensores de la columna, con el objetivo de restaurar la cinética neutral de la columna, puede mejorar el equilibrio y mitigar las caídas.El ensayo LIFTMOR evaluó específicamente un entrenamiento de resistencia e impacto de alta intensidad en mujeres posmenopáusicas y encontró mejoras en DMO y cifosis torácica sin un mayor riesgo de fracturas vertebrales. Los factores intrínsecos y extrínsecos pueden afectar la accesibilidad y el cumplimiento de los programas de ejercicio, varios pacientes dentro de esta población tienen comorbilidades que impiden el ejercicio, las enfermedades cardiopulmonares, artralgias y el dolor de lesiones previas pueden dificultar los ejercicios de alta intensidad.Un método para mejorar la adherencia del paciente es recomendar ejercicios cortos y frecuentes en lugar de programas más largos. Aunque poco ejercicio es mejor que ningún ejercicio desde el punto de vista de la movilidad general, el ejercicio debe ser tan riguroso como el paciente lo pueda tolerar. Estos deben incluir ejercicios de levantamiento de peso que sean capaces de fortalecer la musculatura y  mitigar las fracturas vertebrales en esta población.<h3>Conclusión </h3>El ejercicio es parte clave del tratamiento multimodal de los pacientes osteoporóticos. La motivación y el cumplimiento son componentes clave para tener éxito. Si bien los beneficios de muchos regímenes de ejercicio diferente se han descrito, en la actualidad solo se ha demostrado que los ejercicios de resistencia tienen un impacto en la DMO y deben formar parte de cualquier régimen recomendado para pacientes posmenopáusicas.Es prioridad educar y alentar rigurosos programas de ejercicio de resistencia, es probable que las pacientes posmenopáusicas osteoporóticas obtengan beneficios o mejoren la DMO y tengan menor riesgo de caídas y fracturas vertebrales osteoporóticas.También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/ar-salud-osea-adultos-mitos-romper-practica-clinica" target="_self">Salud ósea en adultos: Mitos que romper para la práctica clínica</a>

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Impacto de la actividad física en la incidencia de fracturas por fragilidad en mujeres

e estima que aproximadamente el 50% de las mujeres caucásicas experimentará una fractura por fragilidad a lo largo de su vida. Descubra más aquí