La enfermedad de Alzheimer (EA) ha sido tradicionalmente asociada con un síndrome clínico predominantemente amnésico, sin embargo hoy en día, se reconocen diferentes formas clínicas de la enfermedad. Estudios clínicos recientes han involucrado la presencia de atrofia cortical, así como de patología de la proteína tau y del amiloide beta, en la fisiopatología de las diferentes manifestaciones de la enfermedad.La variante conductual/dispráxica de la EA (EA-cd) se caracteriza por desinhibición de la conducta, apatía, comportamientos estereotipados y dispraxia. Esta forma de EA requiere diagnóstico diferencial con la variante conductual de la demencia frontotemporal (DFT-c), que presenta características superpuestas. Los estudios sobre la distribución de la proteína tau y del amiloide beta han arrojado resultados disímiles.El objetivo del presente estudio clínico publicado en enero de 2021 por la revista Neurology, fue evaluar la distribución topográfica de la atrofia, del amiloide beta y de la proteína tau en pacientes con EA-cd.Se evaluaron individuos con deterioro cognitivo que presentaban una historia clínica compatible con el diagnóstico de DFT-c, con características cognitivas o dispráxicas prominentes, sumadas a los síntomas amnésicos, y que no reunían criterios diagnósticos de otras enfermedades neurodegenerativas. Se realizó tomografía de emisión de positrones (PET) que permitió la creación de mapas de captación SUVR (Standardized Uptake Value Ratio) para amiloide beta y para proteína tau, la cual identificó 15 pacientes con marcadores de EA (amiloide+/tau+), que recibieron el diagnóstico de EA-cd. Se examinaron también 131 pacientes ancianos sin alteraciones cognitivas y 25 pacientes con EA amnésica con PET, resonancia magnética estructural y genotipificación para el gen APOE-épsilon4.Las pruebas neuropsicológicas incluyeron los dominio de la memoria, del lenguaje, de la cognición visuoespacial y de la cognición ejecutiva y se evaluó la proporción de la corteza frontal afectada por amiloide beta, por proteína tau y por neurodegeneración en cada variante clínica.ResultadosLos grupos estuvieron conformados por pacientes con EA-cd (n = 15), pacientes con EA amnésica (n = 25) y por ancianos sin trastornos cognitivos (grupo control, n = 131) sin encontrar diferencias significativas en las variables demográficas basales. Los grupos EA-cd y EA amnésica tuvieron SUVR para amiloide beta en las regiones neocorticales más altos que el grupo control, mayor SUVR para proteína tau en las regiones de Braak y puntajes MMSE (Mini-Mental State Examination) más bajos que el grupo control.Todos los pacientes con EA fueron positivos para amiloide beta y para proteína tau. Si bien todos los pacientes con EA tuvieron algún grado de alteración conductual/dispráxica y algún grado de alteración de la memoria, esta última predominó en los pacientes con EA amnésica, mientras que la primera predominó en la EA-cd.Los síntomas más frecuentes de DFT-c en el grupo de pacientes con EA-cd fueron pérdida de la empatía (93%), dispraxia (66%), desinhibición conductual (66%), apatía/inercia (60%), conductas perseverantes (20%) e hiperoralidad (6%).No hubo diferencias entre los grupos EA-cd y EA amnésica para la presencia de atrofia cerebral regional.La captación del amiloide beta en la PET tuvo baja discriminación para diferenciar las 2 formas de EA. La captación frontal de proteína tau, en cambio, tuvo la posibilidad de discriminar entre EA-cd y EA amnésica con alta sensibilidad y alta especificidad. Las áreas bajo la curva (AUC) fueron más altas en la corteza prefrontal medial (87%), en la ínsula frontal derecha (82%) y en la corteza cingulada anterior (81%).ConclusiónEste estudio evaluó la distribución topográfica del amiloide beta, de la proteína tau y de la atrofia cerebral en pacientes con EA-cd. El principal hallazgo del estudio fue que la proteína tau en la corteza frontal puede diferenciar entre EA-cd y EA amnésica, y se correlaciona con la gravedad del trastorno. La atrofia cerebral y el amiloide beta no se asociaron con patrones específicos en la EA-cd.Los autores enfatizan que la identificación precoz y exacta de la fisiopatología de la EA es crítica para diseñar estudios controlados que arroje arrojen luz sobre métodos diagnósticos y sobre alternativas terapéuticas. También le podría interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/ar-disfuncion-olfativa-marcador-temprano-demencia-pacientes-diabetes-tipo" target="_self">Disfunción olfativa como marcador temprano de demencia en pacientes con diabetes tipo 2</a>

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Enfermedad de Alzheimer, relación entre la atrofia cortical y la alteración conductual

Es posible diferenciar variantes de la enfermedad de Alzheimer a través del grado de compromiso de la atrofia cervical confirma estudio clínico de Neurology.