Uno de los factores más importantes para prevenir o tratar las complicaciones para un tratamiento médico como una liposucción, es escoger adecuadamente el paciente que será sometido a cirugía. Para ello es vital contar con una historia clínica completa en la cual se evalúen con detenimiento los antecedentes personales y hallazgos del examen clínico. Los pacientes de edad avanzada, índice de masa corporal mayor o igual a 30 kg/m2, fumadores, con diabetes mellitus o enfermedades cardiovasculares, pertenecen al grupo de alto riesgo de desarrollar complicaciones cardiopulmonares y eventos tromboembólicos, estos casos deben ser evaluados cuidadosamente entre cirujano y anestesiólogo para definir si es candidato a cirugía. <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1597097618/figura_1_ad5b489129.webp" /></figure>Algunos pacientes, e incluso los médicos, ven la liposucción como un procedimiento médico relativamente sencillo e inocuo, sin embargo, es importante informar sobre la posibilidad de tiempos quirúrgicos prolongados bajo anestesia general y grandes cantidades de líquidos. En consecuencia, aún con aquellos pacientes que se consideren candidatos, es importante proceder con cautela teniendo en cuenta el riesgo de eventos cardíacos por el uso de epinefrina y lidocaína en la solución utilizada, y la potencial sobrecarga de líquidos e hipotermia.  En todos los pacientes debe calcularse el puntaje de Caprini para estratificar el riesgo de desarrollar eventos tromboembólicos y de esta manera planificar la profilaxis posoperatoria. <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1597097662/figura_2_5ea16ad7da.webp" /></figure>El candidato optimo para una liposucción es una persona no fumadora que lleve un estilo de vida saludable, que tenga IMC menor a 30 kg/m2 y pocas o nulas comorbilidades médicas y psicológicas. Generalmente, aquellos con pérdidas masivas de peso y desórdenes alimenticios no son buenos candidatos. Pero si el cirujano decide operar un paciente con un diagnóstico médico de pérdida masiva de peso debe asegurarse de que su cirugía bariátrica haya sido hace más de 2 años y tenga un peso estable en los últimos 6 meses. Además, estos pacientes tienen alta incidencia de anemia y deficiencias de vitaminas y minerales, por lo cual es necesario hacer paraclínicos dentro de los que se incluya niveles de prealbúmina y albúmina, vitamina B12, folatos, calcio y hemograma completo. Deben revisarse con detenimiento los medicamentos y suplementos. En particular revisar si el paciente consume AINES, ASA, anticonceptivos orales y suplementos herbales, dada la relación que se ha encontrado con un riesgo aumentado de presentar hemorragias, eventos tromboembólicos o interacciones entre medicamentos y agentes anestésicos durante la cirugía.  Se recomienda durante el tratamiento médico, suspender AINES y ASA una semana antes, suplementos herbales 3 semanas antes y anticonceptivos orales un mes antes de la cirugía. Si es medicamente necesario continuar alguno de estos, debe ser evaluado por su médico tratante antes de definir la cirugía. Aunque las complicaciones posoperatorias graves son poco frecuentes (menores a 1%), es importante prevenirlas y manejarlas adecuadamente con un tratamiento médico guiado. La tasa de mortalidad después de una liposucción es de 0.02% aproximadamente, principalmente por eventos tromboembólicos. La complicación más común son las irregularidades del contorno con una frecuencia de hasta un 20%. Las medidas para prevenirlas incluyen la liposucción en planos profundos y el uso de cánulas pequeñas, si se identifica intraoperatoriamente puede utilizarse la transferencia de grasa autóloga. El trauma de piel, grandes vasos u órganos internos con la cánula pueden relacionarse con una evaluación preoperatoria incompleta, exceso de succión y no palpar adecuadamente la punta de la cánula durante el procedimiento. Las infecciones de piel o tejidos blandos deben tratarse agresivamente con un tratamiento médico de antibióticos adecuados para el caso. Otra complicación importante son las parestesias, estas suelen ser temporales y resolver espontáneamente en los 2 a 3 meses siguientes a la cirugía. El seroma es una complicación que puede presentarse en estadíos tempranos o tardíos y se cree que se deben a la disrupción de vasos linfáticos. Los seromas clínicamente significativos suelen tratarse con aspiración o drenaje guiado por imágenes. Las técnicas para prevenir los seromas incluyen expresión del líquido de los tejidos al final de la cirugía, suturas libres de tensión, deambulación temprana y compresión con prendas de vestir ajustadas. Si le gustó este contenido, le podría interesar: <a href="https://www.docred.com/guias/gu-guia-para-el-tratamiento-de-la-hipercolesterolemia-aha-2018" target="_self">Guía para el tratamiento de la hipercolesterolemia AHA 2018</a>

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