La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inmunomediada y las infecciones incrementan el riesgo de brotes. La vacunación se recomienda en estos pacientes, aunque se ha cuestionado su rol como desencadenante de la enfermedad. Un estudio nacional evaluó el riesgo de hospitalización por brote grave de EM en los 60 días posteriores a la vacunación. No encontró asociación entre la exposición a las vacunas inactivadas contra la difteria, tétano, poliomielitis, tos ferina (pertussis), Haemophilus influenzae (DTPPHi), influenza o neumococo, y brotes. 

La EM es una enfermedad inmunomediada y la más frecuente de las enfermedades desmielinizantes inflamatorias del sistema nervioso central (SNC).1,2 Presenta lesiones multifocales de desmielinización de oligodendrocitos, cicatrización astroglial y degeneración axonal, que producen déficit neurológico.1,2Existen múltiples fenotipos clínicos y su presentación varía entre individuos y a lo largo del tiempo de acuerdo con la actividad de la enfermedad.1,2 El curso clínico se caracteriza por la presencia de brotes intermitentes de síntomas y signos que tienden a progresar hasta ser persistentes, y que llevan a discapacidad permanente.1,2 Afecta a &gt; 2.8 millones de pacientes a nivel global (2020), es la principal causa de discapacidad neurológica no traumática en adultos jóvenes ysu incidencia ha aumentado, en especial en el hemisferio norte.1-3Su etiología permanece parcialmente desconocida y se sabe que tiene un alto componente genético y ambiental.1-3 Factores que alteran la inmunidad, como las infecciones, predisponen a su desarrollo (virus de Epstein-Barr).1-3 Las infecciones sistémicas desencadenan brotes y empeoran la severidad.1 El tratamiento con inmunomodulares mejora el curso, pero predispone a infección.1 En consecuencia, las guías internacionales recomiendan la vacunación.1 Sin embargo, se cuestiona si predisponen al desarrollo de la EM.1Investigaciones indican que las vacunas, en especial contra influenza, podrían acelerar la transición desde la autoinmunidad subclínica, aunque la evidencia es escasa e inconclusa. Se realizó un estudio de larga escala para evaluar la asociación.1El estudio de cohorte evaluó el riesgo de hospitalización por brote grave de EM luego de la vacunación con &gt; 1 biológico inactivado.1Se incluyeron 106 523 pacientes (edad media de 43.9 años y 71.8% de mujeres) registrados con diagnóstico de EM entre 2007 y 2017 en el sistema de bases de datos nacional de salud francés (67 millones de pacientes registrados y cobertura de 99% de la población francesa).1 De estos, 31.8% presentó EM incidente (de novo) y el resto (68.2%) EM prevalente con una duración media de 8.8 años.El desenlace primario fue presentar una hospitalización durante la ventana de riesgo para brotes posvacunación de 60 días y durante los 11 años del estudio.1<h3>Resultados1</h3>Del total de pacientes incluidos en el estudio:<ul><li>70.3% recibía medicamentos modificadores de la enfermedad y 47.4% corticoesteroides en dosis altas.</li><li>54.6% recibió &gt; 1 vacuna.</li><li>Las vacunas administradas a &gt; 1% de la muestra fueron analizadas individualmente y corresponden a:<ul><li>DTPPHi (30%) aplicada en especial a personas &lt; 34 años;</li><li>influenza (19%) en &gt; 34 años;</li><li>neumococo (7%) en &gt; 70 años.<ul><li>Las demás vacunas fueron usadas por &lt; 1% de la muestra y fueron analizadas en conjunto bajo el término de cualquier vacuna, y corresponden al virus de la hepatitis A (VHA); virus de la hepatitis B (VHB); meningococo; sarampión, paperas y rubéola (MMR); tuberculosis (TB); virus de la varicela-zóster (VVZ).</li></ul></li></ul></li><li>33.1% presentó &gt; 1 hospitalización por brote grave de EM y se registraron 54 036 hospitalizaciones en total (múltiples hospitalizaciones por paciente).</li><li>La tasa de hospitalización fue de 5.78/100 personas-año y de 3.85 para hospitalización que duraron &gt; 1 día.</li></ul>No se encontró asociación entre la vacunación y los brotes graves para el grupo de cualquier vacuna ni para las vacunas de DTPPHi, influenza o neumococo en ningún grupo etario evaluado (&lt;18, 18-34, 35-69 y &gt;70 años).<h3>Conclusión </h3>Este estudio nacional sugiere que no existe asociación entre la exposición a vacunas inactivadas y brotes graves de esclerosis múltiple.1 Es el primer estudio que analiza la asociación entre la vacuna del neumococo y la esclerosis múltiple, y es de gran relevancia ya que es una vacuna que se indica antes del inicio de medicamentos biológicos en esta esclerosis.1 Se recomiendan estudios adicionales para confirmar estos resultados debido a los múltiples subtipos de vacunas disponibles.1Comentario editorial La vacunación es una estrategia de salud pública elemental para la prevención de enfermedades infecciosas. Los pacientes con patologías autoinmunes y en tratamiento inmunosupresor se deben beneficiar de esta tecnología para prevenir condiciones que desestabilicen la enfermedad y afecten su calidad de vida y productividad. <figure class="poll" data-id="934">{ Poll ID: 934}</figure>

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¿Brotes de esclerosis múltiple por vacunación?

¿Sabe si existe asociación entre la vacunación y cambios en el curso clínico de la esclerosis múltiple? Derrumbe creencias con este artículo.