<h4>Prevención y preparación:</h4>Debemos tener en cuenta que no todas las situaciones de “no ventilable, no intubable” (NVNI) ocurren de la nada. El fracaso de la ventilación y la intubación se puede predecir en cierta medida cuando se realiza la evaluación preoperatoria de la vía aérea, pudiendo elegir un enfoque alternativo en caso de vía aérea difícil (Ej. intubación con paciente despierto). La probabilidad de tener dificultades para localizar la membrana cricotiroidea (MCT) y de realizar el acceso percutáneo de la vía aérea también deben evaluarse antes de la inducción anestésica.Si surge la necesidad de un acceso percutáneo urgente de la vía aérea (APUVA), podemos optimizar la probabilidad de éxito identificando la tráquea y la MCT antes de la inducción de la anestesia.  En pacientes delgados, sin patología de la vía aérea, esto se puede hacer mediante inspección y/o palpación, pero en pacientes con obesidad mórbida, la identificación clínica por sí sola puede no ser confiable y la identificación ecográfica de la MCT es la alternativa.<h4>¿Cómo hacerlo? ¿Qué técnicas debemos utilizar?</h4>No importa qué enfoque se use inicialmente, todos los anestesiólogos deberían conocer y saber cómo realizar un acceso quirúrgico de la vía aérea y considerarlo como la primera técnica más frecuentemente ante una situación NVNI. Idealmente, el APUVA debería dar como resultado una alta tasa de éxito y una baja tasa de complicaciones; debe ser fácil de perfeccionar, implicar solo unos pocos pasos, proporcionar protección contra la broncoaspiración y permitir una ventilación adecuada, independientemente de la obstrucción de las vías respiratorias superiores. El APUVA puede conseguirse mediante una de tres técnicas: incisión quirúrgica con bisturí, cánula estrecha sobre aguja o cánula de gran diámetro (generalmente ≥4 mm) sobre un alambre guía o trocar.Estas técnicas han sido promovidas como más rápidas y seguras que la disección quirúrgica. La noción de que una cánula es menos invasiva que un bisturí, pues es familiar para todos los anestesistas y está fácilmente disponible, resulta muy atractiva. Sin embargo, muchos estudios concluyen que la evidencia no es suficiente para determinar que una técnica sea mejor que la otra. Un metaanálisis que incluyó 35 estudios, mostró que la tasa de éxito de la cricotiroidotomía con aguja fue de 65.8%, muy inferior al de la cricotiroidotomía quirúrgica con 90.5% (Hubble, Wilfong, Brown, Hertelendy, &amp; Benner, 2010). Otros estudios muestran una baja tasa de éxito general (34.3%) de la cricotiroidotomía con aguja, lo cual puede reflejar la promoción y disponibilidad de esta técnica y la inexperiencia de los proveedores. Hay poca evidencia que respalde la opinión de que la cricotiroidotomía con cánula es la mejor opción y la identificación percutánea de puntos de referencia para la cricotiroidotomía por parte de los anestesistas es deficiente (Hubble et al., 2010).Las técnicas quirúrgicas varían en complejidad. El enfoque más simple es el método de 'bisturí-dedo-tubo' que implica realizar una incisión con bisturí en la MCT, la inserción de un dedo para dilatar la herida y el avance de un tubo traqueal (Figura 1). Para evitar la pérdida de la incisión durante la inserción del tubo, se puede utilizar un gancho traqueal 'técnica rápida de 4 pasos'. Esta técnica requiere muy pocos materiales y puede completarse rápidamente con una alta tasa de éxito.<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1597093602/Imagen_1_e9e6b861f1.webp" /><figcaption>Figura 1. Técnica bisturí-dedo-tubo</figcaption></figure>   La tercera y más simple variante, consiste en una incisión horizontal con bisturí a través de la MCT, rotación del bisturí en plano vertical, inserción de un introductor o bougie en la tráquea, extracción del bisturí e introducción de un tubo traqueal a través del bougie (Figura 2). <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1597093703/Imagen_2_d501da13de.webp" /><figcaption>Figura 2. Técnica con bougie para introducir tubo endotraqueal 6.0 o tubo de traqueotomía. En adultos pequeños se puede usar un tubo 5.5. </figcaption></figure>Le podría interesar: <a href="https://www.docred.com/videos/vi-ventilacion-asistida-en-pacientes-con-covid-19" target="_self">Ventilación asistida en pacientes con Covid-19</a>

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Acceso percutáneo urgente de la vía aérea: prevención, preparación y técnica

El fracaso de la ventilación y la intubación se puede predecir si realiza la evaluación preoperatoria de la vía aérea, en caso de vía difícil. Descubra más. 