El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es muy frecuente en la edad pediátrica y causa déficits cognitivos y motores en quienes lo padecen. El presente estudio evalúa el impacto de la natación para tratar los síntomas del TDAH en este grupo poblacional.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) afecta a cerca del 12% de niños en edad escolar y se cataloga como uno de los trastornos más frecuentes en este grupo poblacional. Se han descrito déficits cognitivos y motores tanto en niños como en adultos con este trastorno. Además, se sabe que es un factor de riesgo para ansiedad, depresión y estrés en la edad pediátrica.1,2El TDAH se detecta por exclusión y no debería ser diagnosticado si los síntomas comportamentales del paciente pueden explicarse mejor con otros desórdenes mentales como trastorno de ansiedad, intoxicación por sustancias, abstinencia, entre otros.2Estudios previos han demostrado la efectividad del ejercicio físico en la reducción de la comorbilidad psiquiátrica en estos pacientes. Además, se ha mostrado que la actividad física mejora la atención y reduce las alteraciones comportamentales en niños con TDAH. Sin embargo, los efectos a largo plazo de la actividad física en adolescentes con este trastorno no se ha esclarecido. Por tal motivo, se propuso un estudio para investigar el efecto de la natación en la salud mental, la cognición y la coordinación motriz en adolescentes con diagnóstico de TDAH. 1,3<h3>Diseño del estudio</h3>Se realizó un ensayo clínico aleatorizado con 35 adolescentes entre 11 y 14 años con diagnóstico de TDAH, que fueron distribuidos en dos grupos por conveniencia no probabilística. Al final se excluyeron 13 participantes de ambos grupos por razones como el no haber completado a cabalidad el entrenamiento de natación propuesto, ausencia el día de la evaluación clínica, ausencia o cambio de medicación para TDAH durante el estudio y retiro voluntario o falta de colaboración.1Un psicólogo clínico condujo una serie de entrevistas semiestructuradas a los padres de los potenciales participantes para verificar el diagnóstico. Se incluyeron los adolescentes que además del diagnóstico de TDAH por más de 6 meses, tuvieran consentimiento de sus padres para participar en el estudio, cumplieran con el rango de edad, fueran estudiantes activos de alguna institución y carecieran de comorbilidad psiquiátrica no relacionada con el TDAH, como por ejemplo trastorno obsesivo compulsivo o fobias.1Los participantes del grupo de intervención se sometieron a un programa de natación de 8 semanas con dos clases semanales, cada una de 45 minutos, en las cuales se incluyeron ejercicios de patada, braceo, respiración y coordinación del tren superior e inferior. El promedio de distancia de nado por clase fue de 300 metros.1Todos los participantes fueron sometidos a una serie de encuestas con el fin de evaluar su salud mental, su cognición, su nivel de coordinación motriz y su estado físico antes y después del estudio. Dentro de las escalas enfocadas en salud mental se aplicó el inventario de depresión en niños, el inventario de Beck para explorar ansiedad y la escala de percepción de estrés.1Para evaluar la cognición y la flexibilidad de pensamiento se aplicó el test de trazo, que tiene dos partes. La primera con un estímulo y la segunda con dos diferentes.1Por su parte, la coordinación motriz se evaluó en la barra de equilibrio, en donde se realizaron actividades enfocadas en estabilidad y en realizar saltos sobre el caballete a diferentes velocidades para permitir una coordinación espacio-temporal. Finalmente, el estado físico se evaluó mediante la flexibilidad y la resistencia abdominal.1Los datos fueron analizados estadísticamente con test de ANOVA y prueba Turkey. Los datos se interpretaron como estadísticamente significativos cuando el valor de p fuera inferior a 0.05.1<h3>Principales hallazgos</h3>La edad promedio del grupo no intervenido fue de 12 años, con una media de peso de 45.9 ± 12 kg y de estatura de 149 ± 8 cm. El grupo que se sometió al entrenamiento de natación tenía un promedio de 12.2 años, con peso medio de 42.2 ± 10 kg y estatura de 150.1 ± 9 cm. La severidad de los síntomas de TDAH fue similar en ambos grupos.1El grupo de intervención demostró reducción significativa en los niveles de depresión y estrés luego del programa de natación comparado con los valores iniciales. Además, mostró mayor flexibilidad de pensamiento y mejores niveles de atención selectiva. En el grupo no intervenido no hubo cambios significativos en estos dominios.1En cuanto a la parte motriz, la coordinación del tren inferior y la lateralidad mejoraron significativamente luego del entrenamiento, al igual que el estado físico general.1<h3>Discusión</h3>La actividad física tiene numerosos beneficios en materia de salud mental, funcionamiento cognitivo, coordinación motriz y estado físico.1Estudios previos han mostrado que los adolescentes con TDAH tienen dificultades sociales y académicas asociadas con las comorbilidades psiquiátricas de este trastorno.1El presente estudio demostró que la natación mejora los parámetros de salud mental, cognición, coordinación motriz y estado físico en adolescentes con TDAH. Se cree que el ejercicio físico modula directamente la dopamina, cuyas alteraciones han sido catalogadas como una de las bases patofisiológicas del TDAH.1 En este sentido, el ejercicio físico altera el funcionamiento cerebral en los dominios cognitivos y emocionales, sumado a que facilita la neuroplasticidad y neuroprotección, y mejora, entre otras cosas, la coordinación.1 En conclusión, la natación es un deporte que requiere gran coordinación y lateralidad, dado que se vale de movimientos sincronizados entre el tren superior e inferior en un ambiente diferente al habitual. Por este motivo, es posible que active algunas áreas del córtex prefrontal y amigdalino y con ello reduzca de manera significativa los síntomas de TDAH.1 <h4>Comentario editorial</h4>La natación es un deporte muy completo que involucra varios grupos musculares y mejora la parte cardiovascular y de resistencia. Tiene numerosos beneficios en términos físicos, pero es importante que futuros estudios revelen su impacto a nivel cognitivo y emocional. Conociendo las bondades de este deporte en materia de salud, el galeno podrá aconsejarlo en su práctica clínica diaria siempre que sea de fácil acceso para los pacientes. ¿Qué otros deportes considera usted que podrían tener igual impacto a nivel cerebral y por ende mejorar los síntomas de TDAH?

Pediatría

Psiquiatría

Medicina Familiar

Docred

TDAH en niños, ¡a nadar se dijo!

La natación estimula la neuroplasticidad y ayuda a tratar los síntomas de TDAH en niños. Lea más aquí.